Los pellets son un producto natural, catalogado como biomasa sólida, formado por cilindros muy pequeños, de unos pocos milímetros de diámetro.

Se elaboran a partir de serrín natural seco, sin ningún aditivo, se utiliza la propia lignina que contiene el serrín como aglomerante, comprimiendo el serrín a una alta presión para formar el Pellet, lo que hace que los Pellets tengan una composición muy densa y dura. Consiguiendo con ello un gran poder calorífico.

El poder energético de dos kilos de Pellets equivale a 1 litro de gasóleo, el precio de 2 kilos de Pellets es de 0.52 céntimos más o menos, el litro de gasoil supera el euro, como podéis ver es mucho más eficiente el Pellet, además de ser ecológico, cosa que el gasoil no es.

A la hora de comprar Pellets los podemos encontrar en distintos formatos, desde sacos de 15 kg, es el formato más estandarizado para estufas domesticas rondan el precio de 3 euros y pico, en grandes sacos llamados Big bags, o a granel, este suele ser el caso para los grandes consumos de la caldera de Biomasa. El formato del Pellet, pequeño y prensado es una gran ventaja, ya que es muy fácil de transportar y de almacenar.

Combustible ecológico y 100% renovable.

El pellet tiene un gran poder calorífico, produce muy poco residuo en forma de ceniza como resultante de la combustión.

El ahorro energético que se obtiene con los pellets es muy importante, gracias a su bajo precio frente al de otros combustibles como el gasóleo, el propano, el butano y la electricidad.

Produce cantidades ínfimas de CO2, con lo que no contribuye al efecto invernadero.

La estufa se puede controlar desde termostatos digitales, pudiendo poner la temperatura deseada, y la misma estufa va gestionando el gasto de pellets, para alcanzar y mantener esa temperatura, hoy en día se pueden controlar incluso desde el Smartphone.

Si lo almacenas bien el pellet puede durar indefinidamente.

Las estufas tienen un depósito el cual se llena de pellets, y de ahí, según la temperatura, escogida, así como la temperatura ambiente, van cayendo pellets a la cámara de combustión donde se queman y se transforman en calor, cuanto más frio haga, o pongamos una temperatura mayor en el termostato, más Pellets se van introduciendo en la cámara, así como se acelera la frecuencia de entrada de Pellets.

Comentar que esto lo hace todo de forma automática tu solo seleccionas la temperatura y la hora de encendido y apagado, todo lo demás lo hace la estufa, lo único de vez en cuando llenar el depósito de Pellets.

La estufa calienta principalmente, a través de su ventilación regulable: hace pasar aire frio que entra en la máquina a través de una boca , pasa por el intercambiador y es expulsada por la parte frontal o por la canalización. El aire nunca está en contacto con el fuego o los gases de la combustión. La estufa también calienta de forma radiante a través de la ventana de la cámara de combustión y del chasis.

Según la forma y el diseño hay muchísimos tipos de estufas de pellets, murales, de rincón, de pasillo, redondas, de exterior, encastrables, tipo chimenea…etc. Hay incluso algunas con funciones para cocinar, como las clásicas económicas de leña que tenían un hueco arriba para asar algo. Pero para clasificarlas, lo mejor es clasificarlas por su funcionamiento, encontramos principalmente 3 tipos:

Estufas de aire forzado: Son las más habituales. Calienta la estancia donde se encuentre instalada. Tiene un ventilador para regular el calor que sale de la estufa, y un termostato con el que puedes regular la temperatura. Estas estufas son perfectas para espacios amplios como un salón que no tengan mucha distribución de habitaciones. La salida de humos suele ser de 8 cm y solo llevan una toma de corriente a 220 V. Suelen tener un sistema de seguridad por sobre-temperatura y apertura de puerta de la estufa. En algunos modelos hay posibilidad de conectar un termostato ambiente o mediante un mando a distancia, incluso desde el móvil, y son capaces de modular su potencia en función de la demanda hasta un 30%

Estufas de pellets canalizables: Son las mismas que las anteriores, pero llevan unas canalizaciones para calentar otras habitaciones.

Termoestufas o Hidroestufas: Estas están a medio camino entre una estufa y una caldera. Son como una estufa de pellets normal, pero además de dar calor por radiación y convección, tienen un intercambiador que les permite calentar el agua, luego esa agua la podemos usar para distintas aplicaciones como radiadores, suelo radiante, también se pueden conectar a sistemas de calefacción ya instalados y complementarse. Hay kits que te permiten también producir agua sanitaria para baños y cocina, acumulándola en hervidores para tenerla disponible cuando la necesitemos.

Tomando una referencia aproximada de 1 kw por 10 metros cuadrados, para una estancia de 50 m por ejemplo necesitaríamos una estufa de unos 5 kw, pero estos datos, hay que pillarlos con pinzas, porque hay que tener en cuenta muchos factores, la ubicación de la vivienda, la zona climática en la que está situada, el aislamiento de la construcción también es importantísimo, de nada sirve caldear una estancia, si el mal aislamiento hace que se valla perdiendo el calor.

Lo más importante aquí es que os lo haga un instalador profesional de biomasa, aun así, hay que tener varios factores en cuenta.

Las estufas de pellets necesitan salida de humos, y deben ir en el tejado, esto lo indica el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios, además la canalización para la salida de humos no debe superar los 2 m de longitud en horizontal, tener en cuenta también donde instaléis la estufa debe tener buena ventilación, ya que si no la estufa puede apagarse por falta de aire para la combustión.

No, no hay estufas de pellets sin salida de humos, esta tecnología se basa en la combustión por lo que se necesita siempre una salida de humos, además de que tiene que hacerse en el tejado, no está permitida en la fachada.

Debemos tener en cuenta donde situar la estufa, necesita un enchufe, ya que van a luz, aunque solo sea para la primera ignición y el termostato, no hay que situarlas a lado de cosas inflamables, y hay que dejar un espacio delante de la estufa para que tenga sitio para tirar el aire que ha calentado y esparcirlo por la estancia donde este situada.

El mantenimiento de las estufas es muy sencillo, un par de veces a la semana retirar las cenizas con la ayuda de una aspiradora mismamente, y limpiar el cristal, nada mas de mantenimiento, si acaso que la revise un profesional cada dos años.

No, una de sus grandes ventajas es que el mantenimiento de las estufas es muy sencillo, un par de veces a la semana retirar las cenizas con la ayuda de una aspiradora mismamente, y limpiar el cristal, nada mas de mantenimiento, si acaso que la revise un profesional cada dos años.